20 Oct 2019
Pepe Viyuela, Miguel de Lira, Lucía Quintana, Carmen Ruiz
Sinopsis
En un pueblo de Castilla, interminables campos de cereal mecidos por el viento se extienden hasta más allá de donde alcanza la vista. Allí se encuentra un municipio tranquilo donde se ubica el matadero de Francisco (Antonio Garrido), un empresario que se dedica al procesado de la carne, importa cerdos baratos y de baja calidad desde Portugal para luego venderlos. En el matadero trabaja su cuñado Alfonso (Pepe Viyuela), veterinario de profesión, un hombre débil y un tanto cobarde que en el fondo está harto de mirar hacia otro lado certificando animales de dudosa calidad y que cualquier otro echaría para atrás.Alfonso cuenta a Almudena que en televisión han dado la noticia de la muerte de don Julio e Inmaculada; parece que ahora ya no les ata nada, solo tienen una cuenta que resolver: Coral. Alfonso ofrece droga a la amante de Francisco a cambio de su silencio, pero ella no acepta y levanta el teléfono dispuesta a dar cuenta a la policía.
El decano, al que Alfonso mantiene atado en el maletero del coche, hace una propuesta a Almudena y a él: si le sueltan hará funcionario a Alfonso y facilitará a Almudena todos los fármacos que necesite para su droga. Ambos reciben de buen agrado la propuesta y se disponen a dejar en libertad al hombre. Sin embargo, un nuevo momento descontrolado hace que todo cambie y la situación se les vuelva en contra de nuevo.
Almudena sigue en solitario fabricando droga, no está dispuesta a dejar pasar tan suculenta oportunidad. Por su lado, Alfonso se afana cada vez más para conseguir su plaza con la oposición y decide sobornar al decano… Pero el plan de D. Julio es hacer que el negocio sea suyo y manda analizar la droga de Almudena, extraer sus componentes y poder comenzar a fabricar de manera independiente.
Alfonso, Almudena y María José regresan de Galicia. Alfonso, harto, discute con Almudena, la situación se les está yendo de las manos y han de parar. Él solo quiere recuperar su vida, además le han informado del cambio de la fecha de la oposición y tiene que presentarse a la prueba. Por otro lado, en la investigación, María detiene a Salvador como sospechoso del homicidio de Francisco ya que robó unos cerdos días atrás de su desaparición y quiere ahondar en los motivos.
Ramón, hermano de don Julio, le cuenta que el jefe de ambos quiere cambiar el porcentaje de beneficios, ahora ganarán menos. Inmaculada malmete a su esposo, cree que Ramón les está engañando y le anima a desvincularse y dar un nuevo giro al negocio: vender su propia droga y que todo quede en casa.
lfonso, Teo y Pascual descubren que esos nuevos polvos que llevaron a D. Julio los fabricó en realidad Almudena. Son buenos y el capo gallego ahora está dispuesto a pagar una gran cantidad de dinero y les pide más. Almudena, ambiciosa, ve una nueva oportunidad, sin embargo, Alfonso, cansado, solo ve nuevos problemas… Y Almudena le chantajea: si no continúas conmigo contaré a todos que mantenemos una relación sentimental…
Teo y Pascual regresan a Galia y se presentan ante Don Julio. Llevan una bolsa de deporte con la mercancía. Sin embargo, descubren que algunos de los paquetes contienen una sustancia falsa. Don Julio les reprocha "¿cómo os han podido colar esta mierda?". Les exige regresar para recuperar el resto de la droga. En Torrecillas, Mª José interroga a su esposo "¿dónde has estado?".
Almudena regresa a su casa tras haber pasado la noche en casa de su hermana María José. Quiere comprobar que sus cerdos se han comido el cadáver de Francisco, pero lo que allí encuentra es a Teo y Pascual, los hombres de Don Julio, que les están esperando para exigirles la droga que estaba en propiedad de Francisco. Almudena y Alfonso son secuestrados.
Alfonso no ha podido pegar ojo en toda la noche. Ha meditado y ha llegado a la conclusión de que lo más sensato es contar lo sucedido a la Guardia Civil. Almudena se niega rotundamente. Además, acaba de descubrir un polvo blanco en la parte de atrás del coche, que cree que Francisco dejó olvidado cuando se disponía a huir.
Francisco, el propietario del matadero de Torrecillas, se dedica a sacrificar ganado para vender después la carne. Además, negocia comprando cerdos de baja calidad de Portugal para vender su carne barata y tirar los precios de toda la zona.