06 May 2019
Andy Whitfield, Daniel Feuerriegel, Manu Bennett, Peter Mensah
Sinopsis
Traicionado por su país. Convertido en esclavo. Renacido como guerrero. Spartacus protagoniza la historia más gráfica y visceral del gladiador más famoso de Roma. Con un reparto estelar, asistimos a una mezcla única de acción, efectos gráficos y brutales batallas. Separado del amor de su vida, Spartacus tendrá que luchar por su supervivencia, participando en un espectáculo, donde el principal entretenimiento es la muerte. En un mundo de corrupción, violencia, sexo y fama acabará interviniendo en política y vivirá atormentado por el deseo de venganza.Espartaco y sus rebeldes, superados en número hacen un último intento de ganar la libertad en una épica batalla final contra los romanos.
Craso se entera de que un hombre romano está intentando robar la gloria de derrotar a Espartaco. Espartaco tiene como objetivo asegurar una moneda de cambio que puede usar contra los romanos.
Espartaco y los rebeldes llegan a una encrucijada. Con las tropas de Craso implacables conduce a sus hombres con fuerza en la búsqueda de Espartaco. El conflicto entre César y Tiberio se intensifica.
Las fuerzas de Espartaco se encuentran atrapadas en una cresta intransitable por la nieve, y Crixus discute sobre el método de escape. Craso descubre cada vez más sobre lo difícil que es controlar las acciones de los más cercanos a él.
Como Craso lidera un ataque contra la ciudad ocupada por los rebeldes, Gannicus se encuentra atrapado tras las líneas enemigas. Tiberio se encarga de Craso para celebrar una fiesta en honor de un hombre que desprecia.
Espartaco pone en marcha un plan para debilitar a Craso y a su ejército. Una traición amenaza con frustrar el plan.
La posible infiltración de un espía romano causa tensión entre Espartaco y sus hombres. Craso toma un castigo duro y severo contra su ejército para enseñar a sus soldados una lección brutal.
Espartaco considera que llegar a un acuerdo con una banda de merodeadores para mantener a su pueblo abastecido y alimentado. Tiberio, hijo de Craso, toma una decisión audaz y profética.
Espartaco lidera un asalto audaz para proporcionar alimento y refugio para su pueblo. Craso construye un ejército temible y recibe una visita inesperada.
Espartaco sigue para montar un ejército formidable y burlar a Roma de los mejores comandantes. Desesperados, los poderes del Imperio se ven obligados a recurrir al rico y ambicioso Marco Craso para ayudar a la campaña.
La falta de alimentos y suministros está a punto de terminar con la rebelión de Spartacus, quien intenta devolver la esperanza a sus hombres para que sigan luchando por ser libres.
Spartacus intenta convencer a su pueblo para que se unan y enfrenten el ataque de los soldados romanos. Mientras, Lucretia lucha por la liberarse de los hombres que ponen en peligro su destino.
Spartacus tiene la oportunidad para iniciar su venganza. Por otra parte, la intriga envuelve a Gabler.
Spartacus y sus rebeldes tratan de liberar a los esclavos capturados en guerras extranjeras. Lucretia recluta a uno de los antiguos gladiadores que sirvieron a su marido.
Spartacus exhorta a sus rebeldes a entrenarse para la defensa de su nuevo refugio. Lucretia e Ilithyia se vuelve amigas. Por su parte, Gabler refuerza sus tropas con nuevos reclutas.
Los romanos atraparon a Crixus y Spartacus hará todo lo posible por liberarlo, no obstante la oposición de algunos de los antiguos gladiadores de la casa de Batiatus.
Spartacus guia a los sobrevivientes hacia los bosques mientras Crixus regresa a un lugar de su pasado de tristes recuerdos. Por su parte Lucrecia se entromete en los asuntos de Ilithyia.
Spartacus debe ingeniárselas para controlar a los gladiadores a pesar de que se encuentren divididos. Por su parte, Lucretia revela un secreto. Espartaco se ve obligado a mediar cuando los gladiadores están a punto de dividirse en grupos después de la llegada de la noticia que corre Naevia. Lucretia lleva mucho tiempo haciendo intercambios en secreto por algo de información y un ataque pone en riesgo a los rebeldes.
Tras escapar del ludus de Batiatus y con los romanos dispuestos a aplastar su rebelión, Spartacus busca vengarse de Glaber. Sus nuevas aventuras liberando una aldea, mientras Oenomaus, se aparta de los rebeldes y se refugia en las brutales fosas.
En los días posteriores a su huida de los ludus, Espartaco y Crixus comandan y entrenan a un grupo de esclavos y gladiadores. Espartaco tiene sólo pensamientos de venganza para matar a Glaber y su esposa, mientras que Crixus está motivado con encontrar a su amor perdido: Naevia. Glaber, ahora pretor en el ejército romano, es enviado de regreso a Capua para capturar a Espartaco. Illithyia, ahora embarazada, no está dispuesta a regresar a Capua pero es forzada a hacerlo. Mientras Crixus recibe información para reunirse con Naevia.
Batiatus busca venganza por todo lo que le ha sucedido y retiene a sus gladiadores y Solonius en la causa. La apertura de la nueva arena llega, prometiendo un espectáculo de combate y sangre.
El padre de Batiatus anuncia un torneo para determinar el valor de su establo de gladiadores. Crixus, dedicado a probarse a sí mismo, se ve involucrado en el juego de poder dentro de la casa.
La casa de Batiatus está atrapada en la lucha de poder entre padre e hijo. Lucrecia acepta a regañadientes el arriesgado plan de su esposo. Gannicus se encuentra en terreno inestable.
Justo cuando su fortuna está en aumento y su futuro es claro, Batiatus se queda atónito ante el regreso de su padre, lo que hace que sus intentos de ganar rango exploten a los que están por encima de su clase en riesgo.
Batiatus conjura un plan tortuoso y recluta a Lucretia, Gaia y un grupo de reclutas de gladiadores para que lo superen. Oenomaus anhela recuperar el rango superior de gladiadores, pero nuevos desafíos se cruzan en su camino.
El joven Batiatus se encuentra en control de la escuela de gladiadores de su padre. Utiliza su mejor luchador para ganar el favor de un noble astuto detrás de la construcción de la nueva arena.
Dos días antes de que Batiato ascienda a edil en Capua Espartaco comienza a preparar su venganza en contra de éste. Para ello intenta ganarse a Crixo y a sus hombres, junto a la esclava Mira, que debe dejar las puertas de la parte baja abiertas para poder acceder hasta Batiato. Lucrecia mientras tanto obliga a Ilitía a ser casi su esclava después de que Glabro se enterase por boca de Batiato del acto cometido contra la prima del magistrado y la abandonase allí.
Al acusar a Solonio de asesinato es condenado a luchar en la arena contra Espartaco, mientras que este último planea vengarse de Batiato después de descubrir que fue él quien ordenó el asesinato de Sura. Batiato ofrece a Ashru un puesto de privilegio junto a él y el cuerpo de una de las esclavas para su disfrute personal. El esposo de Ilitía, Glabro Craso se postula como pretor por lo que debe marchar con él de vuelta a Roma, pero primero hace una visita al ludus de Batiato.
Después de que el magistrado rechace la propuesta de Batiato para ocupar un cargo local decide vengarse de Calavio con la ayuda de Ashur y el que trajo a Sura, la esposa de Espartaco, a ludus. Se acercan los juegos de Pompeya y Crixo no está de acuerdo en que sea Espartaco el Primus —el gladiador más valioso— y se enfrente a Pericles «el titán de Pompeya» en una misión sine missione. Lucrecia envía de nuevo a Mira para que le dé todo el placer que desee.
Batiato decide regalar por la toga virilis del hijo del magistrado unos juegos en el ludus en su honor. Ilitía se refugia en el ludus de Batiato después de haber asesinado a Licinia lo que Lucrecia aprovecha para hacer ascender el nivel de los juegos celebrados para el hijo de Calavio, Numerio, enviando una invitación a importantes personalidades en nombre de la esposa del legado Glabro Craso —Ilitía. Salonio el rival de Batitato también acude a los juegos de celebración. Ashur ve a Crixo y a Naevia
Lucrecia revela a Ilitía que Licinia pretende acostarse con uno de los gladiadores y Batiato le dice a Espartaco que ella está interesada en él, por otro lado Lucrecia envía a una esclava para que practique sexo con este último. Crixo se recupera totalmente y quiere luchar pero Doctore lo empareja con uno de los recién llegados para que empiece a coger práctica. Ashur se viste de gladiador y quiere luchar, pero Batiato no quiere perderle como su hombre de confianza y se niega a entrenarle.
Batiato compra un lote de esclavos y se repite el mismo proceso de cuando fue comprado Espartaco, solo que es ahora éste, no Crixo, quien le dice a los nuevos gladiadores que tienen bajo los pies «tierra sagrada». Batiato le ofrece un gladiador a Ilitía, la amiga de Lucrecia y esposa de Glabro Craso, de visita en el ludus. Mientras tanto parece que Crixo no termina de recuperarse del todo y necesita unas hierbas para acelerar el proceso y así comenzar a entrenar de nuevo.
Crixo parece que se está recuperando. Doctore averigua los planes de Espartaco para escapar y se acerca a la verdad sobre la desaparición de Barca. Para una reconstrucción de una batalla de los medos contra tracios, el dueño de otro ludus visita a Batiato para que Crixo sea el jefe de las hordas romanas en el espectáculo, pero debido a su convalecencia Batiato ordena a Espartaco que luche en su lugar, aunque éste en un primer momento se niega a vestirse de romano y escenificar que mata a su propio pueblo.
Después de que Crixo haya sido herido fatalmente en la arena en la lucha junto a Espartaco contra Theocles, el segundo pasa a ocupar el lugar de el capeón de Capua mientras Crixo se recupera. Gracias a su victoria, el ludus de Batiato parece ganar fama y reconocimiento, y éste le ofrece cumplir con su parte del trato trayendo a su esposa Sura al ludus aunque no podrá vivir junto a ella y trabajará como esclava para Lucrecia. Espartaco entre tanto planea escapar del ludus junto a su mujer, y parece que el único obstáculo es Doctore. Unas buenas noticias para el magistrado, de visita en el ludus, parecen complicar el ascenso de Batiato.
Debido a la sequía que asola la ciudad, el gobernador llega al ludus de Batiato para reclamar a dos gladiadores que lucharán contra Theocles, el guerrero contra el que luchó Doctore, para así hacer un sacrificio a los dioses que les complazca. Por otro lado, mientras que Batiato está fuera, la amiga de Lucrecia, Ilitía —esposa de Glaber, el que apresó a Espartaco— llega con una sacerdotisa para que los dioses pueda darle el don de concebir descendencia.
Después del combate con Crixo, Batiato está muy descontento con Espartaco al haber perdido el favor del pueblo. Éste se ofrece a luchar en otro lugar que no sea la arena y Batiato le dice que hay un lugar llamado «la fosa» donde además el jefe del ludus podrá recuperar el dinero que invirtió en él, además de recuperarse de los problemas económicos por los que pasa la escuela de gladiadores . Allí, en un lugar sin reglas, Espartaco debe participar y sobrevivir si quiere ponerle un punto y seguido a la búsqueda de su mujer.
Se organiza la «Vulcanalia» y Batiato el jefe del ludus quiere honrarla enviando 20 gladiadores a luchar en la arena, muchos de ellos como Espartaco por primera vez. A Espartaco lo emparejan con su amigo Varro para salir los primeros, considerados los más débiles, pero él quiere luchar con Crixo y ser un primus, los más valiosos, para así conseguir recuperar a Sura.
El guerrero esclavizado Spartacus entra en el ludus de Batiato para recibir entrenamiento y luchar contra los gladiadores. Rápidamente es recibido por el campeón de Capua, Crixo, del que se hace enemigo y recibe entrenamiento de Doctore. Conoce a Varro, un compañero del ludus, del que se convierte en aliado. El propietario de Espartaco, Batiatus, le hace una oferta que encuentra difícil de rechazar. Espartaco se enfrenta a la prueba que determina si es valioso como gladiador o no.
Un guerrero tracio y sus compañeros guerreros se alían con Roma para proteger su hogar. Pero pronto se muestran descontentos con los romanos cuando las estrategias de guerra de estos deja sus hogares sin protección de los bárbaros invasores. El guerrero lidera una rebelión y abandona las filas romanas para volver a su pueblo y con su mujer. Los invasores atacan y él y su mujer escapan, pero son capturados por los romanos. La mujer del guerrero, Sura, es forzada a ejercer de esclava y él y los otros son llevados a la arena en Capua para matarlo públicamente por los gladiadores donde prueba su valía y se le da el nombre de Spartacus.